Sorpresa, extraño, nuevo, esas
palabras me vinieron a la cabeza el primer día de clase cuando el profesor nada
más llegar en vez de presentar el programa como hacen todos, nos dijo: “a ver
chicos y chicas, hacer grupos de unas 8 ó 10 personas y pónganse formando un
circulo”. Todos teníamos la misma sensación en el rostro, estábamos extrañados,
pero aun nos quedamos más extrañados cuando nos dijo “tenéis que poner en común
en primer lugar una experiencia educativa que os gustaría volver a sentir, otra
que no os gustaría volver a sentir y por último que áreas mejoraríais de la enseñanza”. Todos pensábamos y esto ¿qué
tiene que ver con la asignatura?
Así pues, formamos el grupo y
abordamos los temas, a los componentes de mi grupo los conocía a todos, a unos
mucho más que a otros pero no nos hizo falta presentarnos porque ya sabíamos los
nombres de curso anteriores, así que dicho esto, transmitiré la conclusión de
mi grupo.
En primer lugar, a la pregunta de
que nos gustaría volver a encontrarnos en nuestra experiencia educativa, todos coincidimos que queríamos volver a
sentir la ausencia de responsabilidad, volver a la educación infantil donde la
única preocupación, era pintar y colorear, es decir, evadir la responsabilidad,
desde mi punto de vista yo creo que probablemente esto se deba a que ahora
mismo nos encontramos ya en cuarto de carrera, con la responsabilidad de tomar
una decisión que afectará a nuestro futuro, como es elegir qué hacer después de
la carrera, si dejar ya de estudiar, si seguir estudiando un máster u otra
carrera, ya que vamos a acabar la carrera y no vamos a tener un puesto de
trabajo en el mercado laboral.
En segundo lugar, a la pregunta
de que no nos gustaría volver a encontrarnos en nuestra experiencia académica, al igual que en la primera pregunta, hubo casi
consenso en la respuesta, llegamos a la conclusión de que no queríamos volver a
encontrarnos profesores que se limitasen a dar la clase e irse y no saber ni
como nos llamamos, por lo que la lejanía entre el profesorado y el alumno no
nos gustaría encontrarnos, ya que la cercanía se agradece y al alumno nos hace
sentir más útiles y con más ganas de afrontar la asignatura.
En tercer lugar, en el tema de
que áreas mejoraríamos en la enseñanza educativa, opinamos todos ya no tanto
desde la emoción como en la primera y la segunda pregunta, sino respondíamos desde
nuestro pensamiento crítico-político, es decir, desde un punto de vista más político.
Las opiniones en este apartado eran: “si suben las tasas, que suban también la
calidad, sobre todo en instalaciones” “un sistema educativo independiente de
los partidos políticos” “un sistema educativo, en donde se implante un inglés
de calidad, ya que somos los que peor hablamos ingles de Europa”
En conclusión, una actividad muy
útil, ya que hasta el momento no nos habíamos parado a pensar sobre esto y menos
a pensar esto en grupo e intercambiar opiniones, esto de una manera también nos
ayuda al alumno a hacer nuevas amistades y a trabajar con gente desconocida
como nos ocurrirá en el mercado laboral y ha adaptarnos al funcionamiento de un
grupo.
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