miércoles, 6 de noviembre de 2013

Quinta Semana: 5º Noticia

CUALQUIER PERSONA PUEDE SER ESPIADA A TRAVÉS DEL WHATSAP
Como ahora esta tan de moda el espionaje, con esto de que los EEUU tenía montada una red de espionaje a los países europeos, he visto una noticia que me ha llamado la atención y se me han venido a la cabeza una serie de preguntas: ¿hasta qué punto perdemos nuestra privacidad con las redes sociales? ¿Hemos perdido nuestro derecho a la privacidad? ¿Cuánto grado de dependencia tenemos sobre las redes sociales? ¿Son buenas o son malas?

Se entiende por privacidad, el nivel de protección de que disponen todos los datos e informaciones que una persona introduce en una red social, en cuanto al grado de accesibilidad a ellos que otros usuarios o internautas pueden tener. Las redes sociales son una herramienta de ocio muy útiles, pero como todo, las tenemos que usar con sensatez y criterio.

Sus ventajas: la CERCANÍA que posibilita estar en contacto con tus amigos, se puede COMPARTIR mucha información como videos, fotos, artículos de periódicos, puede generar CONOCIMIENTO al compartir noticias de interés general y pueden MOVILIZAR, este último punto es muy importante ya que son unas buenas herramientas para el activismo político y cómo podemos ver en la Primavera Árabe han jugado un importante papel en las revoluciones.

Sus inconvenientes: FALTA DE PRIVACIDAD, ya que publicas muchos datos sobre tu información personal.

Vemos que los inconvenientes son pocos, pero aquí entra en juego, la acción del ser humano, el uso que nosotros les damos y es que los seres humanos somos seres que tenemos la capacidad de prever, pero no la desarrollamos lo suficientemente como para ver las consecuencias, es decir, primero creamos el problema y después la solución, dicho de otra manera, primero creamos la enfermedad y después la vacuna, en vez de anticiparnos a las consecuencias y no crear tales problemas.

Estamos en un punto donde las redes sociales son la panacea, poca gente se resiste a no tener al menos una red social ya que vivimos en una sociedad 2.0, donde dependemos totalmente de las tecnologías. Y no es que sean ni buenas ni malas, sino que debemos de tener la suficiente cabeza como para hacer un buen uso de ellas y no depender totalmente de estos “cacharros”.

Por lo que para cerrar esta breve reflexión formulare una pregunta: ¿hasta qué punto estamos dispuestos a utilizar las redes sociales en detrimento de nuestra privacidad? ¿Valoramos suficientemente nuestra privacidad como un derecho fundamental del que todo ser humano debe de gozar? ¿Cómo algo tan privado como es el móvil se convierte a la vez en algo tan público a través de las redes sociales? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar?


Mi recomendación es no utilizarlas a lo loco y siempre pensando en las consecuencias y usando con total responsabilidad, sin llegar a los excesos, ya que la red puede crear dependencia y se puede convertir en una droga altamente perjudicial para nuestra salud.

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